No hay duda que el sueño juega un papel crucial en la salud. Impacta en casi todos los sistemas del cuerpo, y hay evidencia de que el sueño puede afectar el cáncer.

Aunque aún se necesita + investigación, los expertos creen que los problemas para dormir pueden ser un factor de riesgo para desarrollar ciertos tipos de cáncer.

El cerebro, sistema inmune, producción hormonal, metabolismo y peso corporal, son los sistemas en los que el sueño influye en gran medida, estos mismos pueden afectar el riesgo de cáncer.

Un estudio con 141 pacientes en tratamiento por cáncer de mama y de ovario determinó que los efectos secundarios + difíciles fueron los trastornos de sueño y ansiedad.

Además, el impacto psicológico de un diagnóstico de cáncer en sí mismo puede causar estos mismos trastornos.

Los síntomas de cáncer o los efectos secundarios del tratamiento pueden causar problemas para dormir, reduciendo en sí la calidad de vida de los pacientes.

El cáncer también puede provocar cambios físicos y mentales duraderos que dificultan el sueño, incluso en los sobrevivientes de cáncer.

Para las personas con cáncer, un mejor sueño puede ayudar a sentirse mejor tanto física como emocionalmente, mejorando su capacidad para sobrellevar el cáncer.

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