El tiempo previo a dormir es mucho más importante de lo que piensas, pues ayuda a tu cuerpo a prepararse para entrar en proceso de relajación.

Hay acciones que puedes poner en práctica para ayudar a tu cuerpo a relajarse, esto ayudará a tu calidad de sueño, y hay otras que pueden llegar a interrumpir o a retrasar tu sueño. Conoce algunas de ellas:

1. Usar tu teléfono, televisión, tablet o videojuegos.
Cualquier tipo de pantalla que emita luz led, ya que emiten una frecuencia de luz azul, que el cerebro interpreta como si fuera de día e interfiere en el proceso de segregación de melatonina, que es vital para el ciclo sueño-vigilia.

2. Sobrepensar en situaciones estresantes.
Someterse a grandes niveles de estrés o ansiedad hace que tu cerebro se mantenga en alerta en lugar de relajado.

Crear una rutina de sueño relajante previa a dormir puede permitirte despejar tu mente y preparar el cuerpo para relajarse y dormirse.

3. Ejercitarse vigorosamente.
Lo más recomendable es practicar ejercicio por la mañana debido a que activas tu cuerpo, le das energía para que rinda durante el día y cuando llegue la noche dormirás mejor.

Sin embargo, hay quienes por su estilo de vida, horarios o preferencias, les gusta practicar ejercicio por la noche, en ese caso, cuida que la actividad no sea muy cercana a la hora de dormir y asegúrate de estirarte bien, y que no despierte tu mente al máximo.
Elige la actividad y la intensidad adecuadas de acuerdo a tu edad y condición física.

4. Tomar bebidas o alimentos energéticos o con cafeína en grandes cantidades.
Se ha demostrado que las bebidas con cafeína como los refrescos, el café, el té y las bebidas energéticas tienen un impacto negativo en el estado de ánimo y el sueño.
Alteran el sistema nervioso, haciendo que el proceso de relajación resulte más complicado de alcanzar.

5. Cenar muy pesado y cerca de la hora de ir a dormir.
Se recomienda evitar comer demasiado tarde por la noche. Algunos estudios muestran que comer antes de la hora de acostarse puede contribuir a la obesidad y también sugieren que comer comidas ricas en grasas o carbohidratos cercanos a la hora de dormir podría dificultar el sueño.

Podrían estar haciendo algunas actividades que dificultan la conciliación de sueño, provocan despertares nocturnos, y/o sueño de mala calidad.

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