La pandemia de COVID-19 incitó a que gran parte del trabajo se volviera remoto desde casa, aún después de 2 años, un gran porcentaje de personas siguen trabajando a distancia, así que parece que este modelo de trabajo ha llegado para quedarse, pero, ¿cómo puede afectar al sueño trabajar desde casa?

Quizás al principio sonaba bien trabajar desde casa, ahora ya no tendrías que desplazarte hacia el trabajo, lo que te ahorra tiempo y dinero, podrías pasar más tiempo con tu familia, alternar el trabajo con una película, comer en tu cama, estar todo el día con tu mascota, podrías tener más libertad de trabajar desde donde quisieras y tener horarios a tu gusto. Sin embargo, el teletrabajo también desafía la frontera entre el trabajo y la vida personal.

Uno de los impactos más significativos del trabajo a distancia ha sido el sueño, hay quienes duermen más horas, quienes menos, horarios disparejos de sueño, insomnio, somnolencia diurna, etc.

Las causas pueden ser distintas, el estrés de la pandemia, la preocupación constante y la ansiedad son combinaciones muy usuales para el insomnio.

El cambio de rutina, la falta de ejercicio, la alteración de hábitos, e incluso si alguna vez acostumbraste trabajar desde tu cama o improvisar tu pequeña oficina en tu cuarto, todas estas acciones son señales que pueden estar confundiendo a tu cuerpo, lo que termina por modificar tus patrones de sueño y su calidad.

La transición a un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal es posible con algunos ajustes de hábitos.


Consejos:

Adopta estrategias para enseñarle a tu cerebro cuándo es momento de trabajar y cuando de relajarse. Por ejemplo, al comienzo de la jornada laboral, puedes tener tu cama, tomar un baño y ponerte ropa de trabajo, y al final de la jornada puedes guardar tu computadora y materiales de trabajo.

Haz un horario y respétalo. Establece pautas claras y programa tiempo en tu día para hacer ejercicio, comidas y tiempo personal.

Mantén un horario regular para acostarte. Uno de los beneficios del trabajo desde casa es adoptar un horario para dormir que te resulte cómodo y natural.

Las rutinas de sueño constantes y saludables son parte de una buena higiene del sueño.

No trabajes desde la cama. Cuanto más tiempo pases despierto en la cama, más difícil le resultará a tu cerebro apagarse por la noche.

Deja los aparatos electrónicos de 30 minutos a dos horas antes de irte a la cama.

Toma pequeños descansos para despejar tu mente. Prepárate una taza de té, toma un paseo corto o conversa con tu familia. Así estimularás tu mente y tus ojos pueden descansar un rato de las pantallas.

Mantén hábitos saludables. Tener una dieta saludable y hacer ejercicio regularmente son beneficiosos para tu sueño y productividad.

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