Los expertos recomiendan de 7 a 8 horas diarias de sueño para los adultos, no obstante hay quienes duermen una cantidad de horas distintas siendo suficiente para ellos.
Las necesidades de sueño de las personas cambian a medida que envejecen, pero además pueden variar incluso entre las personas de la misma edad.
Cada persona tiene necesidades de descanso diferentes, lo que se refleja en su patrón de sueño, sin embargo, no todas las opciones tienen el mismo impacto en la salud.
Se identifican principalmente 3 patrones de sueño. Cada uno hace referencia al número de horas que una persona duerme cada noche.
Patrón de sueño corto
Un persona con sueño corto tiende a dormir menos de seis horas por noche, incluso cuando tiene tiempo disponible para dormir. De esta manera, los que duermen poco por naturaleza se diferencian de las personas que duermen menos de seis horas debido a una condición, como el insomnio o la falta de tiempo en su horario para dormir.
Las investigaciones sugieren que las personas que duermen poco por naturaleza es debido a su genética. El sueño corto natural no es una enfermedad o un trastorno del sueño. Hasta la fecha, no se conocen problemas de salud relacionados con ser un verdadero durmiente corto.
Patrón de sueño intermedio
Engloba a la mayoría de los adultos necesitan de 7 a 8 horas de sueño por noche.
Patrón de sueño largo
Las personas que duermen mucho son personas que regularmente duermen más que otras personas de la misma edad. En los adultos, esto generalmente significa dormir más de 9 o 10 horas por noche.
No existe una causa establecida para el patrón de sueño largo habitual. Algunos expertos creen que las personas que duermen mucho simplemente necesitan dormir más que otras. Además, hay indicios de que hay un componente genético en el patrón de sueño largo, pero se necesitan más estudios para comprender mejor por qué algunas personas duermen más horas que otras de manera rutinaria.
Si bien algunas condiciones de salud pueden causar dormir demasiado, eso es diferente a tener un patrón de sueño largo, que ocurre habitualmente y sin una enfermedad o problema médico subyacente conocido.
Algunos están determinados por necesidades propias, pero también son influenciados por el ritmo de vida y las obligaciones diarias.
El sueño es un proceso básico y fundamental para el correcto funcionamiento del cuerpo. Por eso es vital ponerle atención a los hábitos en relación al sueño.