Se denomina insomnio psicofisiológico cuando las personas sufren de ansiedad sobre el sueño, y antes de irse a acostar, por el mismo estrés, miedo o ansiedad de no poder dormir, se encuentra en un estado de hipervigilancia, un estado de alerta aumentado que llena tu mente de ideas.

Con el tiempo, el motivo que pudo generar la ansiedad, desaparece, pero el insomnio permanece, el cuerpo ha aprendido a mantener este ciclo de ansiedad - insomnio - ansiedad.

Desde que inician su rutina para dormir, la persona ya tiene una sensación de querer y no poder dormir. Quienes sufren esta patología, suelen tener grandes dificultades para iniciar el sueño y se despiertan frecuentemente, lo que hace que no descansen bien y en el día se sientan cansados, somnolientos,  malestar general, tensión en el día, etc.

Es normal que comiencen a asociar negativamente el sueño, como relacionar la cama con una situación desagradable, motivado por los momentos de insomnio, lo que da lugar a preocupaciones excesivas relacionadas con el sueño, acumulando mayor tensión.
Por ello, es frecuente que su deseo por dormir se manifieste en situaciones no habituales como al ver televisión, viaje en carro, leer, en cambio, si están en el dormitorio no consiguen dormir.

La sintomatología puede durar años y empeorar si no se atiende desde la raíz, el consumo de fármacos para dormir no suele ser la mejor solución, a pesar de ser la más común.

Generalmente, estas personas suelen dormir mejor en un ambiente o sitio diferente al habitual, o pueden dormirse fácilmente en otro lugar que no es la cama cuando intentan dormirse, por ejemplo en el sillón.

No pases demasiado tiempo en tu cama si no puedes conciliar el sueño. Lo ideal es una latencia de sueño de entre 15-20 minutos (el tiempo que tardas en quedarte dormido, desde que inicias el proceso de relajación) pero si no consigues dormirte, la mejor opción es que te levantes de la cama y vayas a otra habitación. Debes mantener un ambiente oscuro, silencioso y cómodo para no provocar un estado de alerta en el cerebro.
Haz una actividad relajante como escribir o leer.

No se recomienda encender televisor, tablet, o usar el teléfono, pues además de despertar tu mente, las luces led de estos dispositivos contribuyen a mantenernos en estado de vigilia.

Durante el día, no uses tu cama para otras actividades que no sean dormir o relaciones íntimas. Entre más tiempo pases en tu cama sin dormir, a tu cerebro le costará más trabajo asociarla con el sueño.

La medicina actual del sueño, ha propuesto eficaces tratamientos para este tipo de insomnio, como lo son técnicas conductuales como la relajación progresiva muscular, meditación, respiraciones y terapia conductual cognitiva.

La correcta detección de este tipo de insomnio puede ayudar a mejorar los síntomas y por lo tanto las consecuencias que lo impactan.
Trabajar en los hábitos saludables de sueño es una gran estrategia para tratar el insomnio psicofisiolófico. Además de trabajar en estrategias que reduzcan el estrés y la ansiedad. 

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