El sueño está estrechamente relacionado con la salud mental y emocional, y se ha demostrado que tiene vínculos con la depresión, la ansiedad, el trastorno bipolar y otras afecciones.

Si bien la investigación continúa para comprender mejor las conexiones entre la salud mental y el sueño, la evidencia hasta la fecha apunta a una relación bidireccional. Los trastornos de salud mental tienden a hacer que sea más difícil dormir bien. Al mismo tiempo, la falta de sueño, incluido el insomnio, puede ser un factor que contribuya al inicio y al empeoramiento de los problemas de salud mental.

Tanto el sueño como la salud mental son cuestiones complejas que se ven afectadas por una multitud de factores, pero, dada su estrecha asociación, existen razones sólidas para creer que mejorar el sueño puede tener un impacto beneficioso en la salud mental y puede ser un componente del tratamiento de muchos trastornos psiquiátricos.

 

¿Cómo se relacionan la salud mental y el sueño?

La actividad cerebral no se detiene cuando estamos durmiendo, aumenta y disminuye durante las distintas etapas de sueño. Cada etapa juega un papel importante en la salud del cerebro, contribuyendo a un mejor pensamiento, aprendizaje y memoria.

La investigación también ha descubierto que la actividad cerebral durante sueño tiene efectos profundos en la salud emocional y mental. Dormir lo suficiente, especialmente el sueño REM, facilita el procesamiento cerebral de la información emocional.

El sueño ayuda a que el cerebro evalúe y fortalezca pensamientos y recuerdos, y parece que la falta de sueño afecta la consolidación del contenido emocional positivo, lo que puede influir en el estado de ánimo y las emociones, y está relacionado con los trastornos de salud mental y su gravedad, incluido el riesgo de ideas o conductas suicidas.

Alrededor del 75% de las personas deprimidas muestran síntomas de insomnio, y muchas personas con depresión también sufren de somnolencia diurna excesiva e hipersomnia (dormir demasiado).

Los trastornos de ansiedad están fuertemente asociados con los problemas para dormir. La constante preocupación y miedo contribuyen a acelerar el sistema nervioso lo que desencadena un estado de alerta que dificulta conciliar el sueño. Así mismo, los problemas par dormir pueden ser una fuente de preocupación, creando ansiedad anticipatioria a la hora de acostarse, lo que suele dificultar el sueño.

 

¿Cómo mejorar tanto el sueño como la salud mental?

La relación bidireccional entre los trastornos de sueño y mentales crea conexiones complejas, pero también significa que el tratamiento de ambos problemas puede ir de la mano.

Es importante destacar que la situación de cada persona es distinta, por lo que el tratamiento ideal depende de cada caso. Recibir atención adecuada y en tiempo, puede ser un parteaguas para mejorar tu calidad de vida.

Un médico o psiquiatra deberá evaluarte y recomendar el tipo de tratamiento según tu diagnóstico. Es una gran idea que los tratamientos con medicamentos recetados, vayan acompañados de mejoras en los hábitos de sueño.

Los problemas para dormir a menudo pueden ser causados por una mala higiene del sueño, lo que significa que realizar ajustes en los hábitos relacionados al sueño, puede hacer una gran diferencia a la hora de dormir, y por lo tanto impactar en tu salud física y por supuesto mental y emocional.

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